5 de fev. de 2014

Nina

Se aproxima el fin del año. Tiempo de consumo a granel y promociones absurdamente irresistibles.

Influenciada por las contaminantes ideas de una amiga, decidí promover una Navidad sin consumo. Para ser sincera, no lo conseguí completamente, de hecho mi valija viajó un poquito inflada de más, pero... un granito de arena aporté, o por lo menos un poco menos consumí.

Una de las favorecidas fue Lula, a la cual le hice un cuadrito para su cuarto. Nina es el resultado.


El 25 entre juegos y risas interminables decidimos inventar su historia, que había quedado inconclusa.


Me acompañaron en 

este juego: Vale, Lula y Tom; 
casi con seguridad los niños más lindos, geniales y tiernos del mundo :) Los adoro!



Había una vez una niña que tenía el pelo tan, pero tan largo, que…demoraba horas en secárselo.
Su padre le decía: cortate el pelo hija!
Pero Nina no quería.
Me gusta el pelo largo papá!!!
Por lo menos cortate las puntas y un poco más…
No, no y no! Me lo voy a dejar crecer hasta el piso!
El padre dice: ya me cansé de secarte el pelo.
Pero tenemos que encontrar una solución, dice la mamá. Hace una semana que estamos secándote el pelo!
El,  secaba el pelo lunes, miércoles y viernes y Mona, la mamá, el resto de los días.
Los vecinos a veces conmovidos con el duro trabajo de los padres, ayudaban los fines de semana o en sus ratos libres.
Algunas tardes se escuchaban rezongos: Ya no podés ni jugar! Atate ese pelo que te vas a romper los dientes Nina!
Nina dijo que si, pero fracasó en el intento. Con el pelo todavía mojado, era casi imposible atar esa larga cabellera
Una tarde estaba durmiendo la siesta colgada de un árbol y sus padres sigilosamente intentaron cortarle el pelo. Pero no lo lograron. Nina alerta, salió corriendo y, con su pelo al viento logró que se secara un poco.
Al final del día, con el pelo seco pero salvajemente despeinado,  se durmió.
Sus padres intentaron cortarle el pelo nuevamente, pensando que cansada de tanto correr no se daría cuenta. Pero, gracias a su alarma anti tijeras, pudo salvar su larga cabellera otra vez.
No podía seguir así. Cansada de luchar contra sus padres intentó nuevas formas de secarse el pelo sola, para asi demostrarles que sus protestas eran infundadas.
Fue asi que intentó, salir a  correr maratones con el pelo suelto, pararse enfrente al ventilador de la abuela, colgarse junta a la ropa recién lavada bajo el  sol caliente del verano y nada… no lo lograba.
Luego de años de lucha, berrinches y peinados exóticos, la solución llegó justo al final de las vacaciones.
Caminando por la feria conoció a Pietro, un joven que hacía peinados afro rastas.
Un nuevo mundo a sus pies. Ser rasta le permitió no lavarse nunca más el pelo, y con eso nunca tuvo más problemas con el secador.

Y colorín colorado Nina rasta ha terminado.

-FIN-

Les recomiendo el rincón de Vale: http://vale72470.blogspot.com/

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