Una de las favorecidas fue Lula, a la cual le hice un cuadrito para su cuarto. Nina es el resultado.
El 25 entre juegos y risas interminables decidimos inventar su historia, que había quedado inconclusa.
Me acompañaron en
este juego: Vale, Lula y Tom;
casi con seguridad los niños más lindos, geniales y tiernos del mundo :) Los adoro!
Había una vez una niña que tenía el pelo tan, pero tan largo, que…demoraba horas en secárselo.
Su padre le
decía: cortate el pelo hija!
Pero Nina
no quería.
Me gusta el
pelo largo papá!!!
Por lo
menos cortate las puntas y un poco más…
No, no y no!
Me lo voy a dejar crecer hasta el piso!
El padre
dice: ya me cansé de secarte el pelo.
Pero
tenemos que encontrar una solución, dice la mamá. Hace una semana que estamos
secándote el pelo!
El, secaba el pelo lunes, miércoles y viernes y Mona,
la mamá, el resto de los días.
Los vecinos
a veces conmovidos con el duro trabajo de los padres, ayudaban los fines de
semana o en sus ratos libres.
Algunas
tardes se escuchaban rezongos: Ya no podés ni jugar! Atate ese pelo que te vas
a romper los dientes Nina!
Nina dijo
que si, pero fracasó en el intento. Con el pelo todavía mojado, era casi
imposible atar esa larga cabellera
Una tarde
estaba durmiendo la siesta colgada de un árbol y sus padres sigilosamente
intentaron cortarle el pelo. Pero no lo lograron. Nina alerta, salió corriendo
y, con su pelo al viento logró que se secara un poco.
Al final
del día, con el pelo seco pero salvajemente despeinado, se durmió.
Sus padres
intentaron cortarle el pelo nuevamente, pensando que cansada de tanto correr no
se daría cuenta. Pero, gracias a su alarma anti tijeras, pudo salvar su larga
cabellera otra vez.
No podía
seguir así. Cansada de luchar contra sus padres intentó nuevas formas de
secarse el pelo sola, para asi demostrarles que sus protestas eran infundadas.
Fue asi que
intentó, salir a correr maratones con el
pelo suelto, pararse enfrente al ventilador de la abuela, colgarse junta a la
ropa recién lavada bajo el sol caliente
del verano y nada… no lo lograba.
Luego de
años de lucha, berrinches y peinados exóticos, la solución llegó justo al final
de las vacaciones.
Caminando
por la feria conoció a Pietro, un joven que hacía peinados afro rastas.
Un nuevo
mundo a sus pies. Ser rasta le permitió no lavarse nunca más el pelo, y con eso
nunca tuvo más problemas con el secador.
Y colorín
colorado Nina rasta ha terminado.
-FIN-
Les recomiendo el rincón de Vale: http://vale72470.blogspot.com/
Nenhum comentário:
Postar um comentário
comentarios!